jueves, 4 de febrero de 2010

Justificando el sueldo

Cuando inicié en el cuento de la enseñanza, empecé con un curso de Física en un colegio, específicamente en los grados décimo y once, y después de un par de clases, notando la apatía de ciertos estudiantes hacía el aprendizaje de las consagradas leyes de la Física, se me ocurrió preguntarles si entendían la importancia, o mejor el “para que” conocer acerca de algo que seguramente muchos no usarán en sus vidas cotidianas. Como podrán imaginarse, las respuestas fueron tan profundas como frustrantes, empezando desde un “porque sí”, pasando por un “porque es necesario” (obviamente sin decir porque es necesario) hasta llegar a un “porque toca”, en ese momento me sentí como si alguien dijera “Bienvenido al mundo de la enseñanza”. Afortunadamente, solo unos segundos después, surgió un “porque es interesante” y un “porque es entretenida”. Decidí entonces tratar de explicarle a jóvenes, caldos de cultivos hormonales y algunos obligados a ir al cole, porque aprender acerca de algo que no van a usar el sábado en la noche cuando estén de visita… mmm espero que el reto con aquellos que leen este blog no sea tan grande, pues parto del hecho de que quiénes leen esto escogieron como parte de su plan de vida seguir los caminos del aprendizaje (aunque no faltará uno que otro que todavía es obligado a ir a estudiar).

No hace falta saber de electrónica para ser un “buen programador”, pero creo que todo buen programador sabe algo de electrónica, y es que como dicen por ahí “si quieres saber para dónde vas, debes saber primero de dónde vienes” (o algo así). Soy muy joven para conocer de primera mano la historia y realmente nunca he sido un buen historiador, pero según los rumores que he escuchado, lo programación surgió como respuesta al avance de los dispositivos electrónicos y la necesidad de asignarles cada vez más tareas (a ver si algún programador puede mencionar algo que sea programable y que no sea electrónico). Cuentan los profesores de la vieja escuela, muy sabios la mayoría, que al principio habían máquinas, y que éstas máquinas hacían cálculos siguiendo algoritmos impresos en algo a lo que le decían “tarjetas perforadas”, seres míticos para mí porque realmente nunca llegué a ver una. Con el avance de los dispositivos electrónicos fue posible hacer máquinas que realizaban tareas cada vez más complejas y con esto surgió la necesidad de encontrar formas más eficientes de decirles que hacer…. Y entonces surgió la programación. No voy a entrar en los detalles de la evolución, solo voy a decir que al principio, si querías programar una de estas máquinas, debías conocer su arquitectura, pero hoy en día y gracias a la capacidad de abstracción del ser humano, puedes programar casi cualquier máquina aún sin tener idea de cómo funciona, sin embargo, si realmente quieres sacarle el jugo y aprovechar todas sus capacidades, entonces sí que necesitas conocer sus entrañas y por eso toca tener idea de esto: ELECTRÓNICA

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